El significado de las banderas budistas en los paisajes del Tibet

¿Alguna vez te has preguntado cuál es el significado de las banderas budistas que ondean en el Tíbet? Muchos turistas se sienten impresionados por el color de las banderas que bailan con el viento pero pocos son los que realmente conocen el símbolo real de estas banderas. Os contamos qué simbolizan estas banderas budistas y su significado para los nepalíes y tibetanos.

Qué significan las banderas budistas del Tíbet

Hay algo que es una constante en muchos de los paisajes de montaña en la meseta del Tíbet: son las emblemáticas banderas budistas de oración, que ondean como una ofrenda multicolor en las zonas más altas. La cantidad y el colorido de las banderas, son muchas además de coloridas.

A pesar de que no se conoce a ciencia exacta cuál es el origen de esta tradición sagrada muchos señalan que tiene que ver con las banderas utilizadas por los tibetanos en la religión previa al budismo, Bön. Una de las costumbres de este culto era colgar banderas de los colores que representan los elementos naturales como símbolo de protección.

Posteriormente, una vez que se dejó atrás la religión Bon y se asentó el budismo, dichas banderas pasaron a ser el símbolo de mantras y oraciones, representa un deseo y una plegaria, por lo que la ubicación siempre es una parte fundamental pues el viento juega un papel fundamental. El viento es siempre el encargado de dispersar los mantras de oraciones expresados en las banderas, por ello, siempre las tiras de banderas de colores estarán en las zonas más altas para asegurarse de que el viento las agita, que el viento eleva cada plegaria.

Alrededor de los colores hay, por supuesto, todo un significado, pues cada color y sus combinaciones se ordenan en función de los cuatro factores que determinan la vida positiva de una persona: la longevidad, el mérito acumulado, el poder y la suerte.

Además, no son solo los colores si no que también hay dos tipos de banderas distintas, horizontales (lung tha – caballo de viento, que suelen ser cuadradas y se atan a una cuerda) y las verticales (darchor – algo así como «aumentar la vida, fortuna, salud y dinero de todos los seres sensibles» que son rectangulares y se atan a un mástil).

Las banderas son, por lo tanto, un llamado a los cuatro factores y se disponen en orden empezando por el azul, el blanco, el rojo, el verde y el amarillo, que se encuentran en sintonía con los cinco elementos básicos de la cultura tibetana: espacio, agua, fuego, aire y viento, y tierra.

Por supuesto que los días, la climatología y el viento constante hacen su trabajo desgastante con las banderas, pues pueden hacer que pierda su color, pero eso no implica que el mantra pierda su valor, pues también nos muestra un gran aprendizaje: el tiempo es efímero. Como curiosidad, con el desgaste de las banderas es necesario agregar nuevas banderas pero siempre sin romper ni pisar la anterior, lo cual sería llamar al efecto contrario por el que fueron colgadas.

Las banderas budistas se cuelgan especialmente durante el Losar o Año Nuevo tibetano, coincidiendo con la luna nueva de febrero, cuando masivamente se incorporan al paisaje. Es en este tiempo cuando se cuelgan las nuevas, ya sean nuevos mantras o cuando hablamos de la renovación de las desgastadas.

Las banderas son parte de la cultura tibetana, un hábito que perdura ligado a las creencias de los habitantes del lugar, y que resulta llamativa para aquellos que visitan el lugar desde otros puntos del planeta, una compañía presente a cada paso. Pero no penséis que sólo es una tradición de ellos, realmente ha tocado el corazón de todos aquellos que se aproximan al Himalaya.

Todos los aficionados del alpinismo que han querido alcanzar una cima de un ochomil en Nepal saben que primero tienen que pedirle permiso a la montaña. Para ello se celebra una ceremonia sagrada conocida como la puja, una celebración guiada por los sherpas nativos para que el alpinista pueda pedir fortuna y salud para todos los que conforman el equipo y para ellos mismos. En esta ceremonia escucharán los cantos y rezos del lama, se lanza un poquito de harina y arroz al aire como ofrenda y se toma un licor sagrado para aumentar la temperatura corporal. Una vez que se han colocado las banderas (recordemos que son peticiones) se espera que el viento sople a su favor para que el espíritu se eleve.

¿Sabías que, también, cada persona que forma parte de la expedición recibe un amuleto de la suerte?

Qué significa el color de las banderas budistas

Las banderas budistas que ondean por Nepal, Tíbet o incluso Buhan son el símbolo de peticiones y mantras que ondean en el viento, con los cinco colores que ocupan el cielo y que con el viento ondean a lo lejos, siendo visibles desde tantas distancia que genera un peculiar paisaje que llama siempre la atención.

Si alguna vez acudís hasta allí os quedaréis enmudecidos cuando seáis testigos de que cientos de banderines ondean en el viento a la vez, al compás. Os daréis cuenta que en ese momento no importa si recordáis o no su significado, la visión, el lugar, la intención con la que fueron colocadas hace que haya una cierta espiritualidad en el ambiente que hace que uno se sobrecoja.

Los cinco colores -Five Pure Lights- que ondean simbolizan los elementos naturales, tal y como eran en el origen. Son el azul, que representa el cielo; el rojo, el cual simboliza el fuego; el verde que representa el aire; el amarillo como símbolo de la tierra y el blanco como el agua.

Además de los colores, en cada una de estas banderas o banderines se encuentra el «caballo de viento» que son tres joyas del budismo, y alrededor de éste son grabados los mantras dirigidos a cada deidad. Estas joyas son: Buda, Dharma (religión budista) y Sangha (comunidad o grupo budista).

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