Dicen que Burdeos es la pequeña París pero al parecer es París la que es una gran Burdeos, ya que muchas de las cosas que caracterizan la ciudad de París se basaron en la ciudad de Burdeos.
Qué hacer en Burdeos en un fin de semana
Curiosidades sobre la arquitectura
A pesar de que Burdeos es una ciudad con una larga historia nos encontramos con edificios relativamente nuevos. Una arquitectura elegante, de poca altura (3 -4 pisos) y fachadas de piedra que aportan una gran luminosidad a la ciudad bajo el efecto de los rayos del sol.
Si nos centramos en las fachadas os llamará la atención que sobre el primer nivel de cada casa veréis que hay un mascarón bajo cada ventana. Antiguamente el edificio entero pertenecía a una misma familia y el primer piso era utilizado por el primogénito, el cual elegía qué máscaras colocar. Bien podía ser los retratos de esclavas, pues Burdeos fue una ciudad que comerció con humanos, dioses o mitología, o los retratos de la familia.
Otro de los detalles de las fachadas es que veréis que algunos edificios están ennegrecidos. Esto se debe a la contaminación que ha absorbido la piedra y que ha ensuciado la fachada. Con el alcalde Jacques Chaban-Delmas se promovió la limpieza de las fachadas, pero es de carácter voluntario, y hoy día podemos encontrar el casco histórico con una piedra limpia y que refleja la luz del sol, consiguiendo una sensación armoniosa y preciosa.
A su vez, si os fijáis en todo el arquitectura de la ciudad y teniendo en cuenta el recorrido histórico de Burdeos, os resulta llamativo el tipo de edificio y que solo uno o muy pocos tienen alguna característica más medieval. La razón de esto es que, tras la peste, se decidió demoler por completo la ciudad y volver a reconstruirla para favorecer un entorno más salubre, con más espacios entre los edificios.
En cuanto a los edificios fijaros también en las puertas pequeñas que hay a ras del suelo, estas puertas se convirtieron en unas bodegas internas muy profundas que permitían almacenar el vino con facilidad y a buen recaudo.
Recorrer la ciudad de noche
Reserva energía para poder visitar y recorrer la ciudad de noche, cuando todas las luces cobran vida y los edificios y las calles parecen otros lugares completamente distintos. El escogido en la iluminación perfecta para que Burdeos sea un lugar con el que uno establezca un lazo especial, uno de esos lugares en los que siempre apetece volver por la tranquilidad y la belleza que lo rodea.
Ir de tiendas
Si os apetece ir de tiendas no perdáis de vista la Rue Sainte Catherine, dónde vais a encontrar todas las marcas, tanto nacionales como internacionales. si pensamos en Madrid podríamos estar hablando de la calle Serrano Gran Vía atestada de compradores a cualquier hora del día.
Camino de Santiago
Otro de los detalles curiosos es que por la ciudad de Burdeos transitan 4 de los caminos de Santiago que pasan por Francia. De esta manera os encontréis que muchos nombres de las calles contienen la concha de Santiago, a la vez que está contiene también otros elementos, como las estrellas que simbolizan la vía láctea, pues se dice y se decía que para llegar a Santiago de Compostela había que seguirla.
Siguiendo esta línea que no resulte extraño encontraros un cruceiro típico gallego en el medio de la plaza Saint Projet. Otro detalle de esta plaza es que antiguamente había en ella un cementerio.
O en la iglesia de Saint-Pierre si os fijáis bien en el pórtico veréis que hay una figura que representa a Santiago de Compostela y que con su dedo señala hacia dónde tiene que continuar caminando el peregrino.
Entre los aspectos sorprendentes de la ciudad nos encontramos con la reutilización de edificios eclesiásticos con otros fines durante la Revolución Francesa y posteriormente. Por ejemplo, el campanario de la catedral fue utilizado como empresa de perdigones, una iglesia (San Simeone) que actualmente es utilizada como un cine (Utopía) donde sus capillas se han convertido en salas con una estupenda acústica o el altar es la taquilla.
Puertas
Burdeos cuenta con tres puertas que parecen sacadas de un cuento de fantasía o de un chateaux.
Una de ellas, en la Porte Cailhau, podréis ver cómo las ventanas para vigilar al enemigo estaban dirigidas hacia el interior de la ciudad. No se trata de ningún error sino de una manifestación de un momento político de la historia de Burdeos, puesto que Burdeos estuvo bajo el reinado de los ingleses durante unos años y posteriormente fue recuperado por los franceses.
Al parecer los ciudadanos de Burdeos estaban muy contentos con el gobierno inglés y todos los tratos de comercio que se llevan a cabo con ellos, por lo que al recuperar la ciudad el gobierno francés consideraba a estos ciudadanos unos traidores, el auténtico Enemigo, de ahí que hubieses a vigilancia hacia el interior de la ciudad.
En cuanto este momento histórico os ánimo a que leáis y descubrais a la reina Leonor de Burdeos, una mujer que sobresalió en su época y que hoy día sigue siendo una inspiración. Ella fue la que promovió una ciudad abierta a la cultura y a los literatos, de gran esplendor para Burdeos, y destacó su figura de forma sobresaliente en la historia.
Muralla medieval
Si os fijáis en esta puerta en los laterales inferiores podréis ver o percibir parte de lo que fue la muralla medieval de la que hoy día no queda absolutamente nada.
Iglesia Saint Michel
Gastronomía de Burdeos
Si nos ceñimos a la gastronomía, en Burdeos vais a poder disfrutar de una deliciosa variedad de quesos, la posibilidad de hacer catas de vinos, probar un buen pato a la naranja, crepes y galettes, postres típicos para turistas y para sus habitantes (creme brule).
Con respecto al vino os vais a quedar completamente impresionados con el número de nominaciones de origen en un entorno tan pequeño. Es importante que tengáis en cuenta que cuando veis una botella que solo pone Burdeos quiere decir que no ha cumplido todas las especificaciones para entrar dentro de una categoría de denominación de origen. Eso no quiere decir que el vino no sea bueno, sino que no ha cumplido con todas las rigurosidades o demandas de la denominación.
En cuanto a los museos es curioso que en Burdeos se encuentre el museo más caro de toda Francia. Se trata del museo del vino, La Cité du Vin, el cual tiene un coste de 20 ? y la experiencia completa sería de unas 10 horas, aunque uno no tiene por qué quedarse todo ese tiempo. Lo que nos han comentado es que está muy bien recomendado para los apasionados del mundo de la cultura del vino, pero sino no es tan atractivo como otros pequeños museos del vino que hay en la ciudad, los cuales son más económicos y también interesantes.
Si no os decidís a entrar, sí que está muy recomendado ver el edificio por fuera, ya que se trata de un decantador de vino que refleja la luz del sol durante el atardecer.
Crucero por el río
Si queréis disfrutar de otra visión de la ciudad no perdáis la oportunidad de hacer un crucero a lo largo del río, así durante la noche podréis ver los edificios más próximos iluminados. El coste del crucero es de menos de 20 euros y es una actividad estupenda para descansar sin dejar de disfrutar de la ciudad.
La cabeza de Francisco de Goya
¿Sabías que Goya estuvo viviendo en la ciudad de Burdeos y fue allí donde falleció? Goya decidió exiliarse a la ciudad de Burdeos por la política absolutista de Fernando VII.
Fue enterrado en esta ciudad y, cuando el cónsul español fue a por su cuerpo, se encontraron con que le habían robado la cabeza. Todavía a día de hoy se desconoce el paradero de la misma y circulan todo tipo de historias: el estudio de su cerebro al ser un genio, la venta a un coleccionista, donación a la universidad… Un sinfín. Veréis que hay una estatua de él junto a la iglesias de Notre Dame (dónde podéis encontrar conciertos de coros).
No sé francés, ¿Puedo ir a Burdeos?
Una de las cosas que nos ha sorprendido de Burdeos es que muchísimas personas hablan un perfecto castellano, así que no os preocupéis si no sabes hablar francés o no te manejas tampoco bien con el inglés. Entre señas todo el mundo se entiende y Burdeos y sus habitantes son muy acogedores.