Todos tenemos ciertas preferencias con respecto a los lugares donde nos gusta disfrutar de nuestras vacaciones. Algunas personas son más de playa que de montaña, o viceversa.
Vacaciones en la montaña
Mas allá de las preferencias que tengamos, cada elección tiene unas cosas a tener en cuenta. Es cierto que en algunos destinos podremos encontrarnos con las dos opciones, pero como ahora hablamos de las vacaciones en la montaña, los beneficios son los siguientes.
Demasiada gente en la playa
Puede que en temporadas bajas de vacaciones no ocurra, pero cuándo hace buen tiempo, como podrían ser los meses de verano, muchas de las playas están absolutamente llenas de gente, haciendo imposible que disfrutemos de las playas. Sin embargo, en la montaña podrás disfrutar de unos paisajes muy espectaculares y si quieres bañarte, siempre puedes buscar alguna piscina o incluso aprovechar algunos ríos.
Buen tiempo
En la montaña, no siempre tenemos temperaturas bajas, de hecho podrías sorprenderte si vas a ciertas zonas y vas muy abrigado, te sobrará alguna capa de ropa. Tal vez debas de preocuparte por las noches, pero durante el día el calor puede llegar a ser mas agobiante incluso que en la playa.
Paisajes y relax
Sin duda una de las mayores ventajas que tiene el ir de vacaciones a la playa, son los paisajes. Es cierto que en la montaña puedes encontrar muchos paisajes diferentes, pero todos tienen un encanto especial en los que puedes respirar a naturaleza y relajarte, sentirte uno con todo lo que te rodea y poder disfrutarlo mas. Y puedes aprovechar para hacer muchos deportes, desde algunos acuáticos como el rafting, escalada o algo mucho mas simple, como puede ser el senderismo.
Precio
Otro de los puntos a favor de unas vacaciones en la montaña, es el dinero que nos gastamos. Estar cerca de la playa es sinónimo de precios inflados, desde los hoteles y apartamentos hasta los restaurantes, mientras que los precios de montaña nunca llegan a dispararse al mismo nivel y siempre están a un nivel similar.
Vacaciones en la playa
Pero la playa no es mala en todo, ni mucho menos, hay otros aspectos que debes de tener en cuenta y que tal vez te lleven a elegir un destino de playa.
El mar
Desde luego si hay un atractivo principal para elegir la playa es la opción de poder tener el mar al lado y bañarte o jugar en él. Gracias al mar podremos practicar varios deportes como el surf, si el oleaje es el adecuado o el padelsurf, una práctica mas tranquila y sencilla. También podemos disfrutar de la arena, ya que en muchas playas disponen de barras o de máquinas para hacer ejercicios, de redes para jugar al volleyball y si eres mas clásico, siempre puedes andar a lo largo de la orilla para disfrutar del sol y del agua en tus pies.
Vacaciones con niños
Una de las grandes ventajas de la playa es que es un destino perfecto para niños. En una gran mayoría de playas podrás encontrar muchas atracciones como columpios o colchonetas donde los mas pequeños podrán disfrutar. Además, de que en los hoteles de alrededor es posible que encontréis algún pack para facilitar la estancia de los mas pequeños y algunos hoteles incluyen, dentro de sus reciento algunas funciones o atracciones para tener a los mas pequeños entretenidos.
Vacaciones en la playa y en la montaña
De todas las formas, no tenéis porque elegir entre una y otra si ambas opciones os gustan. Hay algunos sitios que os permitirán disponer de ambos . En España tenemos mucha suerte y podéis escoger algunos de los mejores destinos. La mayoría de estos destinos se encuentran en el norte de España, Galicia; Asturias; Cantabria o el País Vasco; donde las distancias entre las playas y las montañas son tan pequeñas que en algunos casos se juntan. Si tenemos que recomendaros algunas playas del norte serían la Playa de la Concha en San Sebastián, la Playa de Los Locos en Suances, Playa de las Catedrales en Ribadeo o la Playa de Gulpiyuri en Llanes, Donde también puedes encontrar esto es en las Islas Canarias, unas islas de origen volcánicas, en las que podemos encontrar algunas de las mejores playas, como la playa de Famara en Lanzarote, las Teresitas en Tenerife o Maspalomas en Gran Canaria.