El río Ganges, guarda la magia de un lugar sagrado, y en su punto más concurrido, comparte su costa con una ciudad de India que no podría dejar a nadie indiferente. Benarés o Varanasi, es un viaje al corazón sagrado de la peregrinación hindú, donde se practican sorprendentes ceremonias y rituales milenarios.
El Ganges, exhibe cifras que no dejan lugar para la indiferencia: en sus 2.507 kilómetros de longitud, recorre una de las zonas más pobladas del mundo. Lo que en un principio era una bendición para los habitantes de la zona, no solo por el valor sagrado del río, sino también por los valles fértiles ideales para el cultivo, se transformó con el paso de los años en una pesada carga. El río Ganges es hoy escenarios de una contaminación incontenible, algo que la carga espiritual del río en relación a las creencias del hinduismo no pudo ni frenar ni revertir.
Según la religión Hindú, el río Ganges está personificado bajo la forma de una diosa, Maa Ganga. Por ello, el significado del río para los habitantes de la zona está emparentado con lo sagrado: el río Ganges, puede purificar con sus aguas todos los pecados. Por ello, es un centro de peregrinación en donde los creyentes toman baños o realizan jornadas de meditación. Son mucho más conocidas las creencias hinduistas acerca de que todo aquel que muera junto al Ganges, en la ciudad de Benarés (o Varanasi) queda liberado del ciclo de reencarnaciones. Además, todo creyente del hinduismo, debe pasar una vez en su vida por Benarés.
Benarés, es una de las siete ciudades sagradas del hinduismo. Situada entre el río Vara?? y As?, Benarés fue según la creencia, fundada por el dios Shivá, y es desde que se tengan registros, uno de los principales centros religiosos que se extiende a la orilla del Ganges, famoso además por sus telas de seda, perfumes y trabajos en marfil, además de sus desarrollos artísticos. Benarés es hoy uno de los principales centros de peregrinación junto al Ganges y por ello, una ciudad visitada por igual por creyentes, y curiosos turistas que se deslumbran por la atmósfera que envuelve muchos de los rincones de la ciudad.
Gracias a la peregrinación de muchos enfermos y ancianos que desean pasar sus últimos días junto al Ganges, la ciudad recibe permanentemente en sus residencias a los numerosos moribundos. Junto a la orilla, los crematorios son un ritual que suceden permanentemente en las llamadas ghats, o escaleras de piedra que descienden en la orilla del río. Benarés ofrece además otros lugares de visita obligada: el Templo Dorado, uno de los más importantes de la ciudad, aunque con entrada vedada a los no creyentes, y la Mezquita de Gyanvapi, una magnífica construcción de color blanco con entrada reservada a los musulmanes.
Benarés es el corazón del hinduismo, un destino obligado para adentrarse en la magia del Ganges, el río más sagrado de India.