Tres bellísimas ciudades austriacas que te recomendamos visitar.
Salzburgo
Salzburgo
Toda la ciudad recuerda a fiesta, a festivales de música y óperas. En sus rincones resuenan los compases de la música sinfónica de Mozart. Paseas no sólo con la tranquilidad del escaso tráfico que hay por su casco histórico, sino con esa melodía que en cualquier rincón artistas callejeros de muchísima talla tocan para los viandantes con sus violines, con arpas y con cuantos instrumentos musicales sean necesarios. Las mismas terrazas de los bares y restaurantes suelen tener su propia mini orquesta para que amenice las veladas con música clásica. Y cada hora en punto, en un momento mágico, esas melodías se interrumpen por el sonido polifónico de las campanas de las muchas iglesias de la ciudad.
Salzburgo es como un cuadro del siglo XVIII. Una ciudad que rezuma elegancia y clase por sus cuatro costados. Ya no sólo por los maravillosos jardines de Mirabel, ni por su castillo Hohensalzburg, que domina desde su altura la ciudad de Salzburgo, sino por su corte perfecto, por su armonía y estilo. Salzburgo, en su casco histórico, es una sucesión de plazas y edificios barrocos que se conectan unos con otros por preciosas calles en las que abundan las tiendas de recuerdos y productos artesanales.
La catedral, la Abadía de San Pedro, la plaza de Mozart donde oirás el carrillón del fabuloso Palacio Episcopal, la casa de Mozart donde podrás conocer su particular historia, o la Getreidegasse, una de las calles comerciales más bellas de Europa que he conocido. Son muchas las visitas y paseos que podrás hacer por Salzburgo. Es un lugar que, sin duda, no puede quedarse sin visitar.
Innsbruck
«Las mejores vistas y las tribunas de aficionados más empinadas«, es su lema para la Eurocopa. La belleza de esta ciudad radica en el entorno en el cual se levanta. No quiere por ello decir que Innsbruck sea fea. Todo lo contrario. Es una ciudad muy agradable para pasear aunque no tiene ese encanto clásico y elegante de Salzburgo. Innsbruck es una ciudad más alpina que le debe su intensa vida precisamente a los deportes que se practican en sus montañas.
Su fotografía más típica es la de la calle María Teresa con el monumento a Maximiliano I en primer plano, el Tejado de Oro de fondo y los Alpes recortados en la silueta del horizonte. La zona más turística de la ciudad comienza en el Arco del Triunfo. Desde allí en pocos metros puedes recorrer la típica calle de María Teresa con sus tiendas tradicionales bajo arcos de piedra. Desde allí no dejéis de subir a la gran torre del final de la calle, pues las vistas desde arriba de los Alpes y el rio Inn a sus pies son espectaculares.
Tampoco podéis dejar de visitar el Palacio con su Tejado de Oro ni la Catedral de St. Jakob situada en una plazoleta a su espalda, y para acabar el día, tras cenar tranquilamente en alguna de las terrazas que hay, date un paseo por el camino que va paralelo al río Inn. Disfrutad del paisaje y de las vistas maravillosas de esta magnífica ciudad alpina.
Innsbruck
Klagenfurt
Como ocurre con Innsbruck, Klagenfurt es una ciudad que está maravillosamente situada junto a lagos alpinos. Esta ciudad tuvo el honor de ser premiada con el título «Europa Nostra» por tener el casco histórico más bonito de Austria. Museos, galerías, tiendas y un agradable paseo hasta la Neuer Platz nos trasladarán a épocas medievales. Plazas renacentistas, edificios bellísimos, y muchas terrazas que nos invitarán a sentarnos y disfrutar agradablemente de la paz de Klagenfurt. Y es que, al contrario que con Innsbruck, aquí las temperaturas son mucho más suaves, y los días más soleados.
Curiosamente, gran parte de las ciudades de Austria, incluida Viena, respiran un aire clásico y elegante que nos recuerdas a sus años imperiales. Es un país donde perderse y alejarse del estrés, y disfrutar de buenos paseos y del paisaje que rodea a Salzburgo, Innsbruck y Klagenfurt.