Cuando le dije a mi familia que me iba de viaje a Egipto, la respuesta no se hizo esperar «¿Es que no tienes otro sitio a dónde ir?». Desde hace años, el turismo en Egipto ha bajado debido a esa sensación de peligro que se transmite en los medios, por su ubicación y por algunos atentados específicos que han sufrido también turistas, además de los que ha sufrido la población.
Teniendo todo esto en cuenta, la verdad es que no dudamos en visitar Egipto. Personalmente, eran infinitas las ganas de descubrir los entresijos de una de las civilizaciones más apasionantes del mundo. Después de lo vivido, os tengo que decir que en ningún momento pasé miedo ni nada me quitó el sueño ni estuve intranquila.
También os cuento que el guía nos instruía en cada lugar para estar atentos a la «picardía» de los lugareños o los vendedores de las distintas zonas turísticas, como pueden ser las tiendas de El Valle de los Reyes, aunque no todos son igual de persistentes. Ejemplos que son importantes tener en cuenta:
- Jamás le digáis a un vendedor «te lo compro luego» o cualquier frase similar que suponga una promesa o un compromiso de que luego vas a ir, ya sea a ver o a comprar. No se les va a olvidar. Cuando nos lo contó pues estábamos con la duda de la seriedad con la que lo contaba y la pregunta de «con todos los turistas que hay, ¿Realmente se acordará?». Pues sí. Ante la fuerte insistencia y persistencia de los vendedores, uno del grupo le dijo «luego, luego» y, como a la vuelta había que pasar por el mismo sitio, el «luego» fue presente y a comprar sin ningún interés.
- Os pedirán dinero muchos niños, a veces es una situación cruda y difícil, pero atención. Este guía también nos contó una anécdota de que a un turista americano que fue a darle un billete, le cogieron todos los que tenía en la cartera. Mi cara fue de espanto pero de incredulidad también. ¿Qué ocurrió? Que me tocó verlo por mí misma. Tras la salida de una de nuestras visitas, un turista de otro grupo sacó la cartera, fue a sacar un billete y un muchacho metió la mano en la cartera y sacó todos los que tenía.
- Propinas. Si hacéis alguna actividad extra y no está vuestro guía presente (el nuestro era bastante serio y contundente para cortar a quien nos intentase timar) es posible que os pidan más dinero del que hayáis pagado a modo de propina. Ejemplo: A través de nuestro guía contratamos una actividad de montar en globo, pagamos la actividad (incluida estaba la propina), pero aún así nos encontramos con que al finalizar de la actividad pedían dinero y miraban cuánto dabas o si no dabas, e insistían.
¿Esto implica que no sea seguro viajar a Egipto? No. Simplemente, son cosas que hay que saber y tener en cuenta para viajar tranquilo, sin sentirse atosigado ni preocupado. Es ir preparado para las cosas y así, si quieres comprar o si quieres dar o no, sepas cómo hacerlo.
Por otra parte, también os contamos otra anécdota. Durante nuestros días por la capital, contamos con una escolta policial en El Cairo. Y no, ninguno de nosotros era una figura relevante más allá de en nuestras familias y grupos de amigos, que podemos ser muy queridos. Al principio no nos dimos cuenta (había mucha gente en la ciudad), hasta que vimos que una persona trajeada nos acompañaba en todo momento y estaba allí, presente en cada pareada. En efecto, teníamos escolta. Tras nuestras preguntas, el guía ya nos contó que desde el momento en el que se organiza y se confirma el viaje, se comienzan a mover los hilos para que la seguridad de los turistas esté garantizada en todo momento, por lo que tienen que informar de nuestras rutas diarias, a la vez que en nuestros días por El Cairo, cuando nos movíamos por la ciudad en nuestra furgoneta-bus, un coche patrulla nos seguía.
¿Nos sentimos en peligro? La verdad que en ningún momento, ni con ni sin escolta. Volveré a viajar a Egipto algún día.