Menos conocidos que las playas de Florida, los pantanos de Everglades con un área protegida como Parque Nacional en el sureste de Estados Unidos. Aunque el área protegida abarca solo la parte meridional, la extensión resguarda una parte enorme del área de humedales, un magnífico ecosistema que bien podría catalogarse como un mar de ciénagas.
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Everglades, es un destino ecológico aunque no tan bien valorado como merecería. Afectado por la especulación inmobiliaria, la zona no deja de degradarse pero aún, se puede apreciar en grandes dimensiones en la reserva. Dentro del Parque, las instalaciones son limitadas: apenas unos centros de información a visitantes, y sitios donde aparcar para practicar senderismo. La observación de fauna, especialmente aves, es el motivo por el que acuden numerosos visitantes. Pero además, se pueden realizar excursiones embarcados.
A pasos de Miami y Florida City, el Parque Nacional Everglades cuenta con zonas de acampada y caminos que llegan hasta los manglares pantanosos cerca de la costa, entre pequeños lagos y ríos donde no será nada usual encontrar cocodrilos, aunque los hay, pero en una baja población. Incluso, desde los itinerarios más visitados, se puede acceder a pasarelas de observación elevadas que nos facilitan la observación de aves, como flamencos, garzas, ibis, hasta más en la costa, pelícanos o rayadores.
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Accesible por carretera, y atravesado por la llamada Tamiani trail y la Alligator Alley, el parque se complementa con otros medios de transporte como los hidrodeslizadores tan reproducidos en películas y series de TV, en las que vemos sus pontentes hélices, a prueba de la densa vegetación que cubre hasta el agua. En los centros podremos informarnos sobre los lugares de interés a visitar dentro de Everglades. No muy lejos, se encuentra otra área protegida, Big Cypress, pero eso será para incluir en otra jornada.