Tiene que ver con la Cuaresma y es uno de los días preferidos por los niños de muchos puntos de España. Se trata del Día de la Mona, una tradición tan antigua como curiosa que todavía hoy sigue siendo muy esperada cuando miramos el calendario. ¿Quieres saber más? Te contamos todo acerca del Día de la Mona: cuándo es y cómo se celebra esta fecha tan dulce para pequeños y también para mayores.
En este post te explicamos
- Qué es el Día de la Mona y cuándo se celebra
- La relación con la Semana Santa
- Cómo se celebra el Día de la Mona
Qué es el Día de la Mona y cuándo se celebra
Tiene lugar el lunes siguiente al domingo de resurrección, que en este año, cae concretamente en el lunes día 16 de abril de. Esta festividad supone un día muy dulce, ya que los niños reciben como regalos este dulce tradicional denominado Mona de Pascua. Pero no todos los niños son tan afortunados, sino que como fiesta el Día de la Mona se celebra especialmente en sitios como Cataluña, Murcia, Castilla-La Mancha, Aragón y Valencia. Si bien es cierto, que hoy en día, se ha convertido en una fiesta más popular que se vende con más insistencia por los comercios, que durantes esta semana y las anteriores empiezan a vender en sus tiendas huevos de chocolate, conejitos y otras figuras, todas ellas de chocolate y más o menos conseguidas o bonitas.
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La relación con la Semana Santa
No obstante, el Día de la Mona va mucho más allá de unos huevos o figuras de chocolate y, de hecho, en sus inicios y la tradición verdadera, no consistía en chocolate, aunque sí en dulces. Y, si nos remontamos mucho más atrás en el tiempo, desde luego, que sí tiene como protagonista a los huevos.
Como decíamos al inicio, la fiesta del Día de la Mona tiene que ver con la Semana Santa o, más bien, con el fin de la misma, ya que marca el fin de esa etapa de austeridad que nos impone la Cuaresma y, con ello, termina la abstinencia, pues recordemos que durante la Semana Santa, para los cristianos, hay ciertas restricciones que también están vinculadas con la alimentación, como la prohibición de comer carne y alimentos de procedencia animal.
Pero no solo se trata de comer, sino que el Día de la Mona también se celebraba, sobre todo hace unos años, haciendo excursiones y salidas, o quedadas con familiares y amigos. Y es que celebramos no solamente que ya podemos disfrutar de la buena mesa sin cometer pecado, sino que además, tras el Domingo de Resurrección, Cristo ha resucitado y ha vencido a la muerte.
Cómo se celebra el Día de la Mona
Los antiguos cristianos tenían la costumbre de bendecir los huevos que se habían estado recolectando desde que empezara el miércoles de ceniza y reservarlos para regalarlos a los seres queridos una vez llegara el día de la Pascua. Sin embargo, etimológicamente, se dice que «Mona», puede proceder del término árabe «munna», que significa «provisión que llevarse a la boca». Y que los musulmanes tenían la costumbre de regalar a sus señores. Aunque por otro lado también se baraja la posibilidad de que su origen fuese de Grecia, del término «munus», que significa «regalo». Además, estos huevos se pintaban de colores.
Con el paso del tiempo, empezó a extenderse la costumbre de que los cocineros preparasen un dulce en forma de bollo, hecho con huevos y harina. Lo característico de estos dulces de Pascua es que llevaban huevos incrustados. Estos bollos se preparaban para la llegada de la Pascua y en lugares como Cataluña, Baleares y Valencia los padrinos lo regalan a sus ahijados, una tradición que todavía hoy se conserva.
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Aunque en la actualidad el roscón de huevo se sigue haciendo en los lugares que hemos mencionado, sin embargo tienen que compartir protagonismo con otros dulces que se han convertido en favoritos como son las figuras de chocolate. Y fíjate que no hablamos de huevos de pascua simplemente, porque los huevos han dado paso a otras muchas figuras de Pascua, entre las que encontramos conejos, gallinas y cualquier figura que un pastelero pueda crear.
De hecho, muchos confiteros compiten para crear la mona de Pascua más espectacular, y las pastelerías exhiben auténticas maravillas en sus escaparates. Al tiempo que los niños esperan con ilusión la tan ansiada mona de Pascua con la que endulzarse y algo más. Cuanta más creatividad, mejor para el diseño y elaboración de la mejor mona.
Pero no solo de dulces vive el hombre y, por ello, haciendo elogio al espíritu de compartir que tiene la Cuaresma, y de celebrar la vida que trae la resurrección, es que el Día de la Mona se celebra también disfrutando de la naturaleza con los seres queridos. Por eso, muchas familias y amigos deciden reunirse para echar un día de picnic y hacer excursiones al campo y a la playa. Por supuesto, llevando en el cestillo la célebre mona de pascua para la merienda. Hace años, en estas excursiones al aire libre se cantaba y se bailaba. Hoy, por lo menos, conservamos que es un día festivo en las comunidades autónomas que hemos dicho anteriormente.
La mona de Pascua, en su receta tradicional, de harina y huevo, recuerda mucho al roscón de reyes. Y, de hecho, al igual que este ha ido cambiando su forma, incluso adoptando la forma de racimo de uva, para celebrar la Nochevieja y el Año Nuevo, también la mona ha ido mutando su forma pasando a tener la apariencia no solo de rosca, o de bollo, sino incluso de serpiente. Por supuesto, sin perder sus históricos huevos cocidos pintados de colores.
Y como toda festividad, simbólica e histórica, también tiene sus rituales, como por ejemplo que el huevo cocido se reviente en la frente de algún inocente que encontremos despistado, así que si te invitan a probar la mona de pascua, mucho ojo con no despistarte, porque al menor descuido, te puedes encontrar con el huevo en la frente.
¿Te ha parecido curiosa la celebración del Día de la Mona? Pues prepárate para celebrarla y vive en primera persona esta bonita y entrañable tradición tan dulce y creativa.