Medina Azahara, la ciudad brillante de Córdoba, es uno de los yacimientos arqueológicos más sorprendentes del país y es Patrimonio del a Humanidad por la Unesco. En este artículo te contaremos todo lo que necesitas saber para poder hacer tu visita: historia, horarios, entradas, cómo llegar, etc.
Medina Azahara, la ciudad brillante de Córdoba
Foto realizada desde la terraza superior, correspondiente con la vivienda del califa
Madinat al-Zahra (Medina Azahara) fue construida por el califa Abd-al Rahman III (Abderramán III) sobre el año 936 d.C. a los pies de Sierra Morena, a solo 8 kilómetros de la ciudad de Córdoba. Este lugar era conocido como la ciudad brillante debido a la luminosidad que proyectaba sus edificios, su belleza y también por el contraste que ejercía en el entorno. En época cristiana, cuando ya no quedaban más que restos de este lugar, se la conocía como Córdoba la vieja y se creía que había sido una ciudad romana, y no sería hasta finales de siglo XIX cuando se comprobaron en los escritos que se trataba de Madinat al-Zahra.
Esta ciudad palatina de 112 hectáreas, de las cuales hoy solo vemos un tercio, estaba conectada con la ciudad de Córdoba a través de una calzada que salvaba varios arroyos con puentes de arco de herradura que, incluso hoy día, hay dos que se mantienen y se pueden ver los restos de otros cuatro.
Arcos, siempre tres
Hay escritos antiguos en los que se describía a Medina Azahara como una de las ciudades más hermosas jamás construidas, lo cual se cree que tiene mucho que ver con su final pues no estaba permitida la ostentación dentro de la religión musulmana. A pesar de que hoy día solo nos encontramos con restos arqueológicos, hay que imaginarse una ciudad de paredes blancas sencillas, la riqueza quedaba en el interior del alojamiento pues era para uno. Una ciudad construida en terrazas que siguen una ordenada jerarquía, siendo la más alta para el califa, la siguiente para su hijo al-Hakam II y Yafar (primer ministro), el general de la guardia y la guardia, el cocinero, y en los escalones más bajos estaba el servicio y los ciudadanos.
Zona de guardia
Hay muchas leyendas populares que circulan sobre este lugar, como que la razón de esta construcción es una historia de amor hacia la favorita del califa omeya, una tal Azahara, y que todo estaba lleno de almendros en flor. La realidad dista mucho de esto, pues los estudios señalan que la única razón por la que mandó construir dicha ciudad era la de crear una capital nueva que transmitiera una imagen fuerte y poderosa de un califato independiente de occidente. Por ello, también su ubicación es importante, pues se encuentra en una zona alta y estratégica para la defensa, todo, absolutamente todo, estaba medido y pensado de forma estratégica y política para que los visitantes se fueran hablando las maravillas de esta ciudad e impresionados por el califa.
Los edificios de la ciudad
Casa de Yafar
Una de las cosas que más se destaca de las edificaciones y construcciones de esta época es que hay detalles basados en las construcciones romanas. A su vez, una palabra que suelen utilizar mucho los historiadores es la reutilización. Reutilizaron muchos elementos y materiales, tal y como hemos podido ver en la Mezquita o como podréis ver en la ciudad, un ejemplo de ello es en las caballerizas, donde os encontraréis con un sarcófago romano que se ha utilizado como bebedero.
Patio con fuente y decoración de suelo y paredes rojas
En las casas no había ventanas, la luminosidad se conseguía a través de patios internos en las viviendas donde siempre había una fuente en el centro y flores, pues se buscaban en elementos vivos para la decoración. Además del color blanco, se utilizaba piedra caliza de tono rosado y violáceo en el suelo se combinaba con la decoración rojo almagra, consiguiendo un colorido impresionante.
Estos edificios contaban con un sistema de canalización. En un primer momento construyeron tuberías de plomo, después vieron que eran dañinas para la salud y las cambiaron por tuberías de cerámica. Para ello, aprovechaban los sistemas de canalización romanos.
Las zonas que actualmente están excavadas son:
- Puerta del norte
- La casa de Abderramán III
- La casa de la Alberca, de al-Hakam II
- La casa de Ya’far ibn Abd al-Rahmán (hayib, primer ministro)
- Hamman privado de al-Hakam II y Ya’far
- Mezquita Aljama (a diferencia de la Mezquita de Córdoba, ésta sí que estaba orientada hacia La Meca)
- Salón Rico
- Gran Pórtico
- Jardines
- Edificio basilical
- Caballerizas
- Cocina y las dependencias del cocinero (se puede ver el horno de ladrillo)
- Cuerpo de guardia (cerca de las dependencias del califa para su protección)
Capitel de «avispero»
Como detalle importante, en los restos que se encuentran en el museo, y las columnas que han dejado a la vista para que podamos hacernos una idea de la ciudad, podemos ver el uso de la piedra de mármol (la traían de Portugal), la piedra caliza en tono rosado, violáceo, blanco y contrastado con decoraciones en rojo almagra o las paredes en blanco. Es fundamental que os fijéis en los capiteles puesto que son únicos de la ciudad de Córdoba y de este momento histórico, aunque os las podáis encontrar en zonas debido a la usurpación, reutilización, esas cosas. Si os fijáis, veréis que han sido talladas con detalles vegetales preciosos, se han incluido inscripciones o menciones.
Curiosidades sobre Abderramán III
Gran Pórtico
Abderramán III no se dejaba ver con frecuencia por una cuestión política. Todo aquel que quisiera verle tenía que pedir cita previamente para poder ser atendido. Si no cumplían dicho protocolo se veía como un insulto y, con independencia de los kilómetros realizados hasta la ciudad, mandaba al visitante a unos alojamientos muy alejados de la ciudad -construidos para tal fin- hasta que fuera llamado para poder ser recibido.
Otro detalle que muestra que era un gran estratega es que el califa tenía una ligera cojera, por lo que siempre recibía a los visitantes sentado, nunca de pie, para que aquello que podría ser considerado una debilidad fuera absolutamente desconocido para los posibles enemigos.
Jardines y albercas
Una curiosidad más, Abderramán prohibió a su hijo al-Hakam II tener relaciones con mujeres hasta muy larga edad (40 años aproximadamente) para evitar que tuviera su propia descendencia y que eso pudiera significar conflictos por el poder.
Abderramán III fue un califa que dominaba el arte de la palabra y durante su gobierno no hubo guerras, todo se solucionaba con diplomacia y fueron años de paz, por lo que era un califa admirado.
Cómo llegar hasta Medina Azahara
Edificio basilical
Para llegar hasta allí podéis coger un autobús lanzadera que comienza en la Glorieta de la Cruz Roja de Córdoba y tiene un coste de 9 euros i/v. Tarda muy pocos minutos, pues está a 8 km de la ciudad. Después, cuando lleguéis a Medina, tendréis que coger otro autobús interno que recorre 2 km hasta el yacimiento arqueológico.
Podéis ir también en coche y dejarlo en el parking del museo de Medina Azahara, que es gratuito, y después coger el autobús interno. Para ir en coche está perfectamente señalizado, no hay pérdida, y es coger dirección Palma del Río, después acceder a la ladera de la sierra donde está el museo.
Precios, entradas y horarios Medina Azahara
La entrada es gratuita para todos los ciudadanos de la Unión Europea y tiene un coste de 1,50 euros para el resto.
Los horarios, teniendo en cuenta que los lunes siempre está cerrado, son:
- Del 1 de enero al 31 de marzo: de martes a sábado: de 09:00 a 18:00 horas; Domingos y festivos: de 09:00 a 15:00 horas.
- Del 1 de abril al 30 de junio: de martes a sábado: de 09:00 a 21:00 horas; Domingos y festivos: de 09:00 a 15:00 horas.
- Del 1 de julio al 30 de septiembre: de martes a sábado: de 09:00 a 15:00 horas; Domingos y festivos: de 09:00 a 15:00 horas.
- Del 1 de octubre al 31 de diciembre: de martes a sábado: de 09:00 a 18:00 horas; Domingos y festivos: de 09:00 a 15:00 horas. Algunos festivos puede que esté abierto.
Recomendaciones para visitar Medina Azahara
Edificio basilical
¡Visitar el museo! Vais a encontrar piezas originales del yacimiento, pues lo que suele llamar más la atención de lo que está expuesto en el exterior son reproducciones para que no se dañen ni erosionen con los efectos climatológicos.
Si vas en días en los que haga calor, da igual que no sea verano, lleva siempre una botella de agua en la mochila. Es una zona completamente abierta y expuesta al sol, por lo que es necesario ir bien hidratado y preparado.
Opta por ir a primera hora de la mañana o última de la tarde ya que, además del sol, es un sitio que recibe multitud de visitas. Es posible que te toque hacer cola para poder coger el autobús (2,50 euros ida y vuelta) que te lleva hasta la entrada del yacimiento arqueológico, aunque suelen tener una frecuencia estupenda. Es obligatorio subir en autobús pues está prohibido aparcar el coche en la entrada del yacimiento, pero sí que puedes ir en coche hasta el museo (aparcamiento gratuito).
No dudes en contratar un guía oficial para que te pueda contar toda la historia de este lugar. En mi caso, solo os he contado unas pequeñas pinceladas de todo lo que vais a descubrir allí, que es muchísimo más y que si dais con un buen profesional os iréis cautivados por este lugar y su historia.
A pesar de que es Patrimonio de la Humanidad, la realidad es que no está condicionado para personas con dificultades de movilidad. Id con calzado cómodo, si necesitas llevar bastón o algo para apoyarte ni lo dudes.
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