La Cascada de los Tilos es uno de los atractivos turísticos de la isla de La Palma más visitado. En este artículo os contamos cómo llegar hasta allí, las rutas de senderismo que puedes hacer en dicho lugar y algunas recomendaciones para visitarla.
Centro de visitantes de los Tilos
Si venís en coche hasta el centro de visitantes de los Tilos (en San Andrés y Suances), pasaréis un primer parking y el GPS os indicará que continuéis, en efecto. Seguid y os llevará hasta una pequeña casita donde podéis aparcar alrededor. No hay mucho aparcamiento por allí, por lo que si vas en temporada alta y vas tarde, mejor buscar aparcamiento desde el primer parking hacia allí.
El horario del centro de visitantes es de 9 a 18.30h y cuenta con varias salas expositivas, además de aseos y, lo mejor, hay varias personas que os podrán dar indicaciones sobre la zona: folletos, explicaciones, recomendaciones, etc.
Cascada de los Tilos
Si me preguntáis a mí, la Cascada de los Tilos es un imprescindible a visitar en la isla. No solo se trata de una caída de agua considerable, si no que el paraje natural en el que se encuentra es cautivador. Sin duda, mi recomendación es que estéis allí temprano (a las 9, por ejemplo) para evitar toda la afluencia de turistas que no le restan belleza al lugar pero hay tanto ruido, tantas fotos, tanta gente que toda esa «magia» que ofrece este espectáculo se ve atenuado.
Se encuentra muy próxima al centro de visitantes (400 metros aprox.), solo tenéis que bajar un poquito por la carretera por la que habéis llegado hasta el centro y os metéis a la derecha. Está señalizado. Veréis que está a muy pocos metros andando y hay que adentrarse en unos túneles perfectamente iluminados para poder llegar hasta la zona próxima a la cascada.
En mi caso, fui dos veces. Una a las 9 de la mañana donde solo coincidí con una persona y se veía el arcoíris sobre la cascada, y otra sobre las 11, después de hacer una ruta de senderismo próxima y ya estaba lleno de gente por todos lados.
Sendero autoguiado – El espigón atravesado
La ruta de senderismo de El Espigón atravesado se inicia desde el primer aparcamiento (donde hay aparcamiento para autobuses, coches y a primera hora verás taxis, pues desde ahí se sale para la ruta de los Nacientes de Marcos y Cordero).
Es una ruta de 2,5 km que en general es fácil de hacer pero, en la parte del principio y al final (antes de llegar al mirador) tiene algo de pendiente. Si no se está en buenas condiciones físicas se puede hacer también, todo el recorrido es a la sombra, por lo que uno puede pararse a descansar y a reponerse si lo necesita, además de ir a un paso tranquilo. Si uno está en buenas condiciones físicas, lo vivirá como una ruta sencilla.
Este sendero se hace sobre una pista cómoda de caminar y al ir caminando por el interior de bosque de laurisilva es realmente precioso. Al ir temprano, el canto de las aves me acompañó durante todo el camino, siendo una banda sonora tremendamente espectacular, pues no se escuchaba nada más.
Al poco de iniciar la ruta pasaréis por un túnel de unos 30 metros. La visibilidad va a variar en función de la hora a la que vayáis, en mi caso, linterna del móvil en mano para ver por dónde pisaba y sin ningún percance. Eso sí, me generó algo de impresión tanta oscuridad.
A tener en cuenta que el final del recorrido se hace en el Mirador del Espigón Atravesado. Para aquellos que padezcan de vértigo puede ser un poco impactante. Es un mirador muy pequeño al que se llega por unas escaleras de piedra natural, estrechas.
El mirador, aunque es pequeño, es perfecto para una o dos personas para poder moverte y ver en casi 360º las montañas de alrededor, los diferentes tonos de verde de los árboles, las aves volando y piando.
La foto es muy mala y no hace justicia a las vistas
Para mí, una ruta totalmente recomendable.
Mirador de las Barandas
Si el sendero del Espigón Atravesado es una ruta para todos los públicos que se puede hacer con calma, el sendero del Mirador de las Barandas es mucho más exigente y diría que solo es apta para los que estén en buenas condiciones físicas. El inicio se encuentra detrás del edificio del centro de visitantes, está perfectamente señalizado.
Se trata de una ruta de 1,3 km que está, en su mayoría, llena de escalones que suben, en solo 1300 metros, una montaña, así que puedes imaginarte la pendiente pues es toda de subida. Unos dicen que tiene 700 escalones, otros dicen que algo menos, yo solo os puedo decir que dejé de contar y me centré en subir, subir, subir.
A la hora que subí al mirador, todavía de mañana pero tras ver la cascada dos veces y hacer la primera ruta, me encontré con bastantes personas que subían y bajaban. Para que os hagáis una idea, los que bajaban nos iban dando ánimos a los que subíamos, y cuando bajábamos dábamos ánimos a los que subían. ¿Es una ruta tan difícil de hacer? En absoluto. Solo es una ruta para hacer con tranquilidad para no sufrir mucho ni que sufran mucho las piernas.
En la zona del mirador verás que hay un par de mesas de madera con bancos y techadas para poder comer algo, reponer fuerzas y bajar.
La ruta es circular, por lo que solo tienes que bajar por donde has subido. Eso sí, antes de irte, asómate para disfrutar de las impresionantes vistas de los bosques y también podrás ver el pueblo de San Andrés y su impactante puente.
Recomendaciones para hacer esta ruta: Tómatelo con muchísima calma, hay bancos para descansar a lo largo del camino, y por algo están. Lleva un buen calzado que agarre o lleva palos para facilitarte los apoyos, pues al ser un camino de arena es mucho más resbaladizo y lo agradecerás sobre todo a la bajada (yo no llevaba, se puede hacer igual pero es más costoso). Lleva agua.
Si quieres conocer más paradas de mi viaje: