Padua en 1 día: belleza sobria en el Norte de Italia

Padua es una ciudad pequeña y de las ciudades más bonitas de Italia que podrás recorrer en un día o en unas horas, todo dependiendo del tiempo que tengas disponible. Os dejamos algunas recomendaciones para visitar Padua en 1 día y poder disfrutar de la belleza sobria en el Norte de Italia.

Padua en 1 día – Recorrido por la ciudad

Situada a tan sólo 38 kilómetros de Venecia, Padua es un ejemplo más en Italia de lo que es arte en las calles. Serenidad y sobriedad, belleza y tranquilidad, son las sensaciones que desprende esta ciudad, en donde se halla la célebre Basílica de San Antonio, a la que tantos peregrinos acuden para solicitar o agradecer los favores del Santo.

Por carretera, sólo tenemos que acceder a la autopista A-4 que conecta Venecia con Milán pero, probablemente, el modo más sencillo, barato y tranquilo de hacerlo sea yendo en tren, pues los accesos ferroviarios son excelentes y a cada hora. En mi caso, cogí el tren desde Verona a Padua y, al día siguiente, de Padua a Venecia.

Cuenta la leyenda que a Padua la fundó el Príncipe troyano Antenor después de ir por el Isonzo, el río subterráneo que desemboca en el mar Adriático por siete grandes fisuras de la montaña. La tumba de este príncipe troyano está a la vista de todos en un sarcófago que se encuentra frente al palacio gótico de los Romanin.

Padua es una ciudad rica en Historia, fue corte de la familia Carrara. En su Universidad impartieron cátedra Galileo y Petrarca y además, el más importante trabajo de Giotto se encuentra en la capilla de los Scrovegni en esta ciudad.

Capilla Scrovegni

Muy cerca de la estación se encuentra la capilla de los Scrovegni, del año 1303. En ella destacan los frescos de Giotto, su obra maestra, en los que describe la vida de Jesús. En esta auténtica maravilla pictórica disfrutaremos de sus obras la «Expulsión de los Moriscos», o la «Natividad» o su famoso «Juicio Final» pintado sobre la pared oeste de la capilla.

Es una visita ineludible en la ciudad, porque extasía contemplar semejante concentración de arte en un lugar cerrado. Es un placer para la vista del que se puede disfrutar cada día desde las 9 a las 19 h.

Piazza delle Erbe

Avanzando por la vía VIII Febbraio, nos encontraremos un arco que nos adentrará en todo el núcleo artístico principal de Padua, pues una vez cruzado desembocamos en la Piazza delle Erbe. En ella podemos disfrutar del Palazzo della Ragione, el tribunal de Justicia medieval, y frente a ella, pegado al edificio, la logia del siglo XV, que se construyó en el siglo XIII. Subid porque desde allí podréis obtener buenas fotos del mercado que se sitúa cada día en esta plaza.

Piazza del Duomo

Continuando recto desembocamos en lo que es la Piazza del Duomo. Personalmente, la verdad es que para quien viene de ver el Duomo de Florencia o el de Milán, éste de Padua le dejará un poco perplejo cuanto menos, pero lo cierto es que el Baptisterio alberga el mayor ciclo de frescos medievales de toda Italia, pintados por Giusto de Menaboi en el año 1378.

Palazzo del Capitanio

Saliendo de la Piazza del Duomo, podemos entrar por un precioso arco que hay en el lateral de la plaza e introducirnos por pequeñas callejas que nos sacarán, bajo el Palazzo del Capitanio, famoso por su reloj astronómico del año 1344, a la Piazza del Signori, rodeada de arcadas en los que hay restaurantes, pequeñas tiendas gastronómicas y bares donde disfrutar de un buen tentempié.

Basílica de San Antonio

Una visita obligada es la Basílica de San Antonio. Cuando callejeas hasta llegar a ella, nada te hace esperar la maravilla que te vas a encontrar. Sencillamente inmensa, pero inmensamente sencilla y exótica, con sus cúpulas bizantinas y sus muchas agujas que apuntan al cielo con fiereza. Comenzada en el año 1232 para guardar los restos de San Antonio, y de origen bizantino, tiene una cúpula cónica que se yergue alta sobre otras siete cúpulas redondeadas.

Dentro el altar mayor tiene relieves de Donatello simbolizando los milagros del Santo. En un lateral de la iglesia la tumba de San Antonio sorprende por los cientos o miles de ofrenda que tiene a su alrededor, muestra del fervor que sienten por él. Las paredes de su alrededor son de un blanco que daña los ojos y sus relieves fueron esculpidos por grandes artistas del renacimiento italiano.

Prato della Valle

La imagen más famosa de Padua es la plaza más grande de toda Italia, Prato della Valle, con su forma oval y sus más de 90.000 metros cuadrados. En este lugar os cautivará la belleza de sus estatuas, ubicadas a ambos lados del canal, que representan a personajes célebres y no olvidéis en fijaros en el diseño de los puentes que lo cruzan. Un frondoso jardín a cada uno de los lados hace que ésta sea una de las zonas de descanso más hermosas de Padua, donde podréis encontrar a gente leyendo bajo un árbol, celebrando un cumpleaños o turistas abrazando estatuas.

Además, en esta inmensa plaza se levanta un mercado ambulante donde podéis encontrar casi de todo. Los edificios colindantes también son importantes, como el Palazzo Angeli -entre otros palacios que bordean la plaza, la Basílica de Santa Justina y la Loggia Amulea.

Basílica de Santa Giustina

La basílica tal cual hoy nos la encontramos data del siglo XVI, aunque fue fundada en el siglo VI en honor a la mártir Santa Justina (en castellano). En su interior se encuentran los restos de varios santos y las reliquias del evangelista San Lucas.

Uno de los aspectos que más llaman la atención del interior es la luminosidad, con unos techos altísimos y el color blanco que genera mayor amplitud. Entre las obras que podréis ver en el interior, destacan los artistas Paolo Veronese, Luca Giordano y Sebastiano Ricci.

Paseo por el casco histórico

Visitar una ciudad como Padua, es recorrer sus calles. Mi recomendación, no te quedes únicamente en la calle principal o en las grandes avenidas, piérdete un poco entre sus calles y podrás ir descubriendo lugares preciosos, menos transitados (sobre todo si vas en temporada alta) y que te parecerán un respiro.

Canales de Padua

No tienen nada que ver con los canales venecianos pero también es bonito y especial poder ver los canales de Padua, con sus balcones dirigidos al agua, las ventanas y la vegetación floreciente. Hoy día su función es completamente diferente pero, hace años, era un medio de comunicación y comercio fundamental para la ciudad.

Otras visitas interesantes

Podríamos hablar de otras visitas célebres, como la casa de Petrarca o el Jardín Botánico, uno de los más antiguos de Europa, pero nada puede igualar ya las muchas sensaciones que hemos podido recibir de este breve paseo por la ciudad, ni de sus muestras de Historia y Arte.

Padua es un remanso de sobriedad, sin la sutil belleza de Verona o la soberana nostalgia de Venecia, pero con un don muy especial de saber sacar de dentro una tranquilidad y un respeto que parece difundirse desde las mismas entrañas de la Basílica de San Antonio.

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