Sentí que se me había quedado una parte del corazón a bordo del Aria y ya estaba prevenida de que aquel que pasaba un tiempo en el Amazonas su vida cambiaba sin lugar a dudas y, en este caso como en tantos otros, se hizo realidad.
Mientras los kilómetros corren en nuestra contra y nos alejamos de la orilla, aún puedo ver esa inmensa selva amazónica en la lejanía mientras el barco surca las aguas marrones que han dado vida a un lugar único, a un verdadero paraíso.
Son muchas las experiencias vividas a lo largo de estos días, muchas sonrisas las que se han cruzado a lo largo de nuestro camino o más bien, a las que hemos salido al encuentro. Niños preciosos con sus mejillas redondeadas, sus miradas inocentes y tiernas que eran capaces de derretir el más frío corazón, piececitos descalzos acostumbrados a la arena, momentos de baño en las orillas de los ríos o incluso ratos en los que poder jugar al fútbol como un deporte que rompe las barreras de la distancia.
A lo largo de estos días hemos vivido tantas experiencias que recién acabada nuestra expedición y de camino al avión para Lima, no tengo palabras para compartir con vosotros una única emoción pues todo, absolutamente todo, ha sido encontrarte en el paraíso.
Algunos consideran que tengo una imaginación desbordante y no sólo puedo decir que nunca hubiera imaginado algo como lo que he vivido estos días en ese barco. Desde amor porque es imposible no encariñarse con las personas que dan vida al Aqua Expeditions Aria, amistad porque los lazos se estrechan tanto con ellos como con los compañeros de viaje con los que acabas adquiriendo una complicidad única y tantos otros momentos en los que me he olvidado de respirar ante imágenes insólitas como un atardecer en el río Ucayali o la oportunidad de escuchar el verdadero sonido de la selva en el que el corazón se te encoge, peleas con tus lágrimas para que no se desborden y todo, absolutamente todo, comienza a carecer de sentido para que comiences a ver una nueva realidad, una nueva forma de entender la vida.
Este artículo trata de mi experiencia en el Aqua Expeditions y como tal, os intento compartir con palabras cuáles han sido cada una de las sensaciones porque ha habido momentos en los que luchaba por no dormir para poder continuar viendo desde mi cama la inmensa luna en el cielo sobre la selva amazónica mientras el barco continuaba surcando las aguas.
He madrugado para perseguir el amanecer hasta que el sol se ponía en lo alto, he hablado con las nubes para ver si se alejaba un poco y dejaban que sus rayos hicieran el juego de colores que tanto ansiaba por divisar en sus aguas, le he intentado robar horas al día para disfrutar de un paraíso que a penas la gente conoce.
Otra de las riquezas de este paraíso son los animales exóticos que hemos tenido la suerte de poder ver en su hábitat natural, gracias a la agudizada visión y oído de los guías (Ronalds, Julio, Daniel y Ricardo) e incluso de los paramédicos (Moisés y Ernesto) que nos acompañaban, saben detectar cada uno de sus perfectos cánticos o sonidos.
Los frutos que da esta tierra, sus pescados carnes y frutas han permitido que disfrutemos de una gastronomía llena de sabores completamente diferentes a todo lo que había probado, alimentos nuevos para mí y unos aderezos que? Sólo deciros que me vuelvo con kilos de más porque el arte del chef José en la cocina nos ha permitido conocer Perú con todos los sentidos y espero haceros partícipe de ello en artículos posteriores. Sin duda alguna, no puedo olvidarme de personas como Jorge, Aquiles y José, o los ayudantes de José en los fogones que nos han permitido disfrutar de estas absolutas delicias.
Uno espera disfrutar de un paisaje novedoso, de algo único pero no siempre se tiene la oportunidad de conocer a personas tan fascinantes como las que forma el Aria que nos han permitido ser parte de su historia, nos han abierto una parte de su vida para hacernos cómplices de ella, nos han contado sus sueños y su propia visión del mundo.
Aunque quisiera poner una crítica negativa de algo no la tengo, sólo puedo decir que viváis vosotros mismos la experiencia para que entendáis más allá de mis palabras y de aquellos sentimientos a los que no puedo poner voz, la grandiosidad que se encuentra en el Amazonas.
Sólo tengo una certeza de este gran día y es que sin duda, algún día volveré.
Otros artículos del viaje
En los próximos artículos os iré contando con detalle qué es lo que hemos hecho, rutas, paisajes, puntos de interés y demás. ¡Espero que os resulte tan apasionante como a mí!
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- Ciudadela de Chan Chan
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- Recorriendo Perú: Huacas del Sol y la Luna
- La Dama de Cao: La momia tatuada
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- Expedición por el Amazonas: Fauna amazónica
- Nuestro viaje por Perú: Conociendo los bailes regionales
- Memorias de un crucero por el Amazonas